No hay nada más fructífero —al menos para mí— que ver tus propios avances día a día, cosechando el conocimiento que fuiste cultivando con el tiempo. Tuve la dicha de experimentar esa alegría y orgullo cuando vi crecer mi primer proyecto real para un cliente. Ese crecimiento no solo fue del proyecto, también fue mío. Me empujó a mejorar en todos los aspectos y a seguir formándome como programador.
23 de abril de 2025 a las 15:16
3 likes